CODIGO DE ÉTICA PROFESIONAL PARA LÍDERES SIRVIENDO EN CUALQUIER MINISTERIO EN LA FRATERNIDAD UNIVERSAL DE IGLESIAS DE LA  COMUNIDAD METROPOLITANA

(Aprobado por el Consejo de Obispas y Obispos)

Todxs lxs líderes en ministerios autorizados por la Iglesia de la Comunidad Metropolitana deberán acoger estas directrices para cumplir con nuestra responsabilidad con un ministerio de integridad.  ICM proporciona sistemas en los que hay espacio para la disciplina y la gracia. Buscamos restaurar, rehabilitar y hacer restitución cuando sea posible, para ayudar a las personas a escapar de la soledad, la desesperación y la degradación-contribuimos a la integralidad del cuerpo –  tratando no dañar sino edificar.

 

Reconocemos que hay ciertas violaciones que quiebran el pacto ministerial. Algunos comportamientos son implícitamente ilegales y / o inmorales, que constituyen violaciones de ética y puede resultar en un proceso en el sistema judicial, el resultado final de los cuales puede ser una suspensión, la pérdida de la licencia

y / o destitución del cargo.  Para nuestros estándares algunos comportamientos y actitudes no son éticos y comprometen nuestra capacidad de realizar y proporcionar el ministerio. Hay otros comportamientos y actitudes que nos perjudican e interfieren

con nuestro ministerio y nuestros propios esfuerzos hacia la plenitud. Buscamos

abordar estas violaciones honestamente en el marco, cuando sea posible ,de nuestra compromiso con la restauración, en lugar de la justicia retributiva.

 

DECLARACIÓN DE DIRECTRICES ETICAS PARA  LÍDERES EN EL MINISTERIO

 

  • Honestidad – Lxs líderes del ministerio se esfuerzan por operar en el más alto nivel de confianza e integridad, lo cual requiere que actuemos con honestidad y de manera justa en nuestras relaciones con las demás personas. Nos esforzamos para que nuestra comunicación sea precisa, honesta y clara. Intencionalmente evitamos falsear la verdad o engañar a las personas. Nos esforzamos en dar el crédito apropiado a los autores de las ideas o citas que utilizamos en nuestra comunicación escrita o hablada, y no nos adjudicamos como nuestro un material de otras personas.

 

  • Confidencialidad – Lxs líderes en el ministerio respetan la integridad y protegen el bienestar de las personas, así como de las comunidades a las que servimos. Tomamos en serio nuestra obligación de proteger la información que nos ha sido confiada como ministrxs profesionales. De existir alguna razón legítima por la salud o el bienestar de una persona o de la comunidad para divulgar la  información que se ha compartido con nosotrxs en confidencialidad, buscaremos activamente permiso de la(s) persona (s) que proporcionaron la información antes de divulgarla. También reconocemos que en ocasiones puede ser  apropiado revelar información confidencial, por ejemplo, si esa información se refiere al peligro inminente de daño al cuerpo / pérdida de la vida, o cuando aplican leyes sobre el asunto confiado.

 

  • No Violencia – Los líderes en el ministerio respetan el valor y la dignidad inherente de todas las personas y trabajan activamente para contrarrestar las fuerzas de la violencia que infligen daños a las personas y a las comunidades. Nos esforzamos para garantizar que nuestras palabras y hechos no conducen directamente al abuso contra la integridad física, psicológica, espiritual o ritual.

 

  • Responsable de la Gestión Fiscal – Lxs líderes en el ministerio se esfuerzan por ser fieles administradores de los recursos para los que se nos da la responsabilidad, incluyendo los recursos financieros. Llevamos a cabo nuestros asuntos fiscales de manera apropiada para los procesos de negocio y de contabilidad, así como las leyes civiles aplicables en esta materia. No toleramos el robo, el fraude o la apropiación indebida de los fondos o bienes de la Iglesia.

 

  • Responsabilidad Sexual – Lxs líderes en el ministerio afirman la sexualidad como un don de Dios y se esfuerzan por cumplir con este regalo guiando nuestras propias vidas de conformidad con una ética sexual positiva y responsable y en concordancia con el documento Política de ICM Sobre Conducta Sexual Inapropiada. Una ética sexual positiva que ubica el deseo en el marco de nuestro bienestar emocional, físico, sexual y espiritual, preservando y honrando la mutualidad y el consentimiento.

 

  • Uso Responsable de la autoridad pastoral – Los líderes en el ministerio se esfuerzan por utilizar nuestra autoridad pastoral de manera responsable. Utilizamos nuestra formación profesional, relaciones y prácticas en beneficio de las personas que atendemos y no para conseguir ventajas personales inapropiadas. Somos conscientes de la potencia diferencial que existe en nuestras relaciones con aquellxs a quienes servimos y supervisamos, por ende tratamos de estructurar estas relaciones en el respeto mutuo, empoderamiento mutuo y de maneras no explotadoras.

 

  • Servicios Profesionales – Lxs líderes en el ministerio respetan las distintas actividades educativas y las normas de formación profesional, así como los sistemas de acreditación, afiliación, y la responsabilidad mutua que existe para las nuestras como para las otras profesiones. Por lo tanto, como líderes del ministerio, representamos nuestras verdaderas cualificaciones profesionales y afiliaciones, y no extendemos nuestras propias prácticas profesionales a aquellas áreas para las que no hemos sido dotados, autorizados y licenciados. Independientemente de nuestras cualificaciones profesionales,  cuando actúen en el curso y el alcance de sus funciones y deberes de ICM, los líderes de ministerios deben limitar sus actividades a la consejería u orientación basada en principios bíblicos. ICM no está autorizada como proveedor de servicios psicológico, psiquiátrico u otro tipo servicios de salud físicos o mentales. El clero ICM puede proporcionar asesoramiento y orientación basada en la religión, no servicios seculares.

 

  • El ejercicio de la ética profesional en las relaciones colegiadas – Lxs líderes en el ministerio reconocen que no hacemos ministerio por nuestra cuenta y nos esforzamos por honrar y respetar a nuestra red de colegas en ICM. Apoyamos mutuamente nuestro ministerio compartido al no hacer daño a través de palabra o de hecho a los ministerios o la reputación de otros colegas o iglesias. Valoramos el bien de las iglesias locales sobre nuestra propia ambición personal o ventaja. Nos comprometemos a practicar la cortesía profesional con nuestrxs colegas y a mantener límites claros con antiguas iglesias y feligreses. Por ejemplo, volvemos a las iglesias que anteriormente hemos servido sólo con la invitación / acuerdo del pastor/a actual. Además, respetamos el papel del actual pastor/a en la realización de ritos y sacramentos y realizamos o participamos en funciones sacramentales sólo con la invitación / acuerdo del pastor/a actual.

 

  • Compromiso con la recuperación de la adicción – Lxs líderes en el ministerio entienden que la adicción al alcohol, las drogas y otras sustancias son prácticas que pueden dañarnos, deteriorar nuestro juicio, e interferir seriamente con nuestra capacidad de ministrar efectivamente en nuestras comunidades. Nos esforzamos en un adecuado y responsable uso de sustancias y afirmamos nuestra intención de buscar tratamiento y la recuperación para nosotrxs mismxs cuando sea necesario.

 

  • Convenio con ICM – Los líderes en el ministerio reconocen los Estatutos de la FUICM como reflejo de la relación de alianza que existe entre la ICM y sus miembros, amigxs, grupos, e iglesias afiliadas. Vamos a honrar los Estatutos y participamos y alentamos a nuestras iglesias a participar regularmente en las reuniones de la Red de ICM y en las Conferencias Generales como avenidas principales para nuestro discernimiento compartido, la educación continua / formación, edificación mutua y la construcción de relaciones.

 

 

Política de ICM Sobre Conducta Sexual Inapropiada

(Aprobado por el Consejo de Obispos)

 

Desde que ICM fue fundada, ha ofrecido una voz en contra de la visión negativa entorno al sexo en la cultura judeo-cristiana. Por lo tanto, el documento Política de ICM Sobre Conducta Sexual Inapropiada debe fomentar líderes llamados a ser modelos de salud integral incluyendo la plenitud sexual. Afirmamos que la sexualidad es un don de Dios. El valor divino del sexo, incluye pero no se limita al placer, la procreación, las comunicaciones intimas, la gracia y el amor. El don divino de la sexualidad ha de ser responsablemente adoptado por todas las personas bien estén en relaciones o sean solteros, laicos o clérigos. Una ética sexual responsable y completa se extiende más allá de las respuestas heteronormativas para abrazar la belleza de las relaciones entre personas de diferentes orientaciones sexuales e identidades de género.

Una ética sexual positiva equilibra el deseo dentro del marco de nuestro ser emocional, físico, sexual y espiritual, preservando y honrando la mutualidad y el consentimiento. ICM no tolerará una conducta que es abusiva, explotadora o que

conduce al maltrato de una persona que es menor de edad.

A continuación se presentan algunos ejemplos de ciertos comportamientos que podrían constituir una mala conducta sexual:

 

  1. El contacto sexual con un menor de edad es mala conducta sexual, o
  2. El abuso sexual o acoso sexual de cualquier persona, incluyendo, pero no limitado

a cualquier implicación sexual o contacto sexual con una persona que es legalmente incompetente; o

  1. El hostigamiento sexual hacia cualquier persona, incluidas las relaciones en las que hay involucrado un empleo/empleada, mentor/a o colega, esta conducta incluye, aunque se limita al humor o lenguaje sexual; preguntas o comentarios sobre el comportamiento sexual o preferencia vinculadas con la capacitación de empleo, contacto físico no deseado; comentarios inapropiados sobre la ropa o apariencia física, o reiteradas solicitudes de compromisos sociales, o
  2. Utilizar la posición personal, ya sea clérigo/a o laico/a, con fines de explotación sexual es mala conducta sexual. La explotación sexual es el desarrollo de, o los intentos de desarrollar una relación sexual con una persona con la se tiene una relación pastoral o de supervisión.

 

Una “relación pastoral” se define como una relación entre un/una líder espiritual, empleadx o voluntarix y la persona que recibe directa supervisión, asesoramiento, apoyo espiritual y / o pastoral o suministra  información confidencial y / o privilegiada a un/una líder espiritual, empleadx o voluntarix.

 

A veces, un/una líder espiritual, empleadx o líder  pastoral puede desarrollar

una relación sexual adecuada en el contexto de  un ministerio en ICM, incluyendo la congregación en la que una persona está sirviendo.  En esos casos la

relación debe ser una en la que no hay supervisión directa actual y / o consejería espiritual individual. Tales relaciones son para ser asumidas con extrema precaución y con espíritu de discernimiento.